Hace tiempo escuché a una persona muy culta referirse a lo importante que había sido la «quinta columna» de Hitler en su expansión y conquista de Europa y, en efecto, se trató de una “adelantada” de gente en posiciones clave dentro de otros gobiernos que comulgaban con él y que aplanaron el terreno motivando cambios ideológicos en esos “Estados enemigos” y, en algunos casos, lograron incluso que no fuera necesario disparar sus armas y hasta recibieran a su ejército con aplausos durante la invasión Nazi. Parece una locura, pero fue real.

Estas peculiares y sumamente eficientes infiltraciones ocurrieron también en México[1] previo y durante la segunda Guerra Mundial, y al parecer acontecieron también en Estados Unidos durante las elecciones del 2016 que dieron la victoria al Partido Republicano encumbrando a un improbable y controvertido magnate de pocos modales y menor cultura que los dirigió por cuatro años, aparentemente siguiendo instrucciones desde las lejanas tierras Siberianas.

Pero, ¿a qué se refiere la expresión: “quinta columna? Las “columnas”, en el lenguaje militar, son formaciones que realizan las tropas, buques, tanques o cualquier elemento bélico cuando van unos detrás de otros marchando en una dirección, normalmente en preparación para el combate.  La expresión de la quinta columna es atribuida a un General Español que durante la guerra civil española se refirió a que, además de las cuatro columnas que les atacaban por todos flancos (norte, sur, este y oeste), existía “una quinta”, que avanzaba desde “el interior”, conformada por personas que mantenían lealtades hacia los adversarios que los atacaban.  

Cuando hablamos de una «quinta columna» nos referimos a un grupo de personas que, siendo parte del gobierno, no están del todo satisfechos, se sienten incómodos o no comparten sus estrategias o políticas, por lo que, de forma subrepticia, colaboran de alguna u otra manera con el “enemigo”, ya sea directamente o a través de terceros. Su labor suele relacionarse con actos de sabotaje de diversa índole y magnitud, pero suelen conservar un bajo perfil para no poner en peligro su integridad y continuar siendo parte del régimen que quieren derrocar, por ello, con frecuencia se le considera a los “quintacolumnistas” como “traidores” o personas infiltradas por el “enemigo“ o que han sido manipuladas desde el exterior con promesas de recompensas o ventajas que, en ese momento, no les ofrecen quienes deberían ser dueños de su lealtad, por lo que tal vez por avaricia, resentimiento o envidia, se involucran en actividades para menoscabar las instituciones y los gobiernos desde el interior.

 …los miembros de la quinta columna también han sido héroes anónimos que, con su actuar patriótico, han sido esenciales para impedir que los tiranos se perpetúen en el poder.

Sin embargo, para que los integrantes de la quinta columna tengan éxito, deben darse ciertas condiciones fundamentales dentro del País. Sobre todo, se entiende que surjan, se alimenten y fortalezcan de las carencias y del desorden de los pueblos. Entre más descontento exista, más fácil será influir en las personas que puedan apoyar un cambio de situación. Parte de la logística para aumentar la discordia es a través de la creación de propaganda a favor de una idea diferente a la pre-establecida, misma que se da paulatinamente a través del tiempo para que no se confunda con un intento de golpe de Estado. Puede iniciar como una manifestación pacífica, un folleto informando sobre todas las cosas que están mal o invitando a un cambio pacífico y democrático prometiendo una mejora en la calidad de vida. Cuando el descontento social crece y la información ya ha permeado en las capas de la sociedad más vulnerable, los miembros más prominentes o visibles de esa ideología contraria al gobierno aparecerán como paladines de la justicia y la solución a todos los problemas.

Este tipo de estrategia tan audaz ya ha sido probada, e incluso, ahora da resultados más dramáticos apoyados por las redes sociales y las tecnologías de comunicación globalizadas. El último y más claro ejemplo de estos actos acontecieron, como dijimos, durante los comicios para elegir al 45avo presidente de Estados Unidos, donde fue evidente que la intervención Rusa influyó de manera determinante en la ideología del pueblo norteamericano provocando una aguda crisis de identidad que ha generado, hasta hoy día, una división de su pueblo como no se había visto desde la guerra civil. El resurgimiento de sentimientos nacionalistas y el racismo promovido desde el Gobierno nos habla de una intención casi ridícula de destruir la moral de su pueblo que es, en escancia, 99% inmigrante. Los ganadores de este caos no fueron otros que las “potencias enemigas”, que desde otros continentes se retuercen de la risa al ver que, con solo filtrar información privada o sospechosa, pueden desestabilizar gobiernos al punto de poder colocar a un títere en la presencia del otrora país más poderoso del mundo. Hoy es claro que Vladimir Putin los tuvo agarrados de los pelos y disfrutó haciéndolo. Pero no solo a ellos. Se sabe que ha tomado acciones de dominio en su propio continente y hasta en Europa. El inicio de la desintegración de la Unión Europea que derivó en el Brexit, es otra forma fabulosa de darle mayor poder al país más grande del mundo.  Honor a quien honor merece. La estrategia rusa ha sido «exitosa».

Tanto, que en México es igualmente notoria la intervención ideológica, política y económica de gobiernos extranjeros como Venezuela, Cuba y desde luego, Rusia, aunque eso parece que a nadie le importa demasiado. Al final debemos aceptar que el descontento social surgido por la desigualdad y la corrupción en nuestro país es real y existe desde sexenios atrás. Pero, lo que debería ocuparnos son las razones de dicha influencia exterior y qué tanta manipulación ejerce en las acciones del Gobierno actual, porque, aunque son evidentes y hasta desvergonzadas sus tendencias “comunistas” en el lenguaje de los miembros prominentes del partido en el poder (Morena), y varios de sus “influencers” en Twitter y en otras redes hasta se jactan de ello (al punto que presentan videos aceptándolo y colocan banderas rusas en sus perfiles y fomentan el uso de su propia Red social Rusa[2]), nuestra población no está preparada para esa conversación. Hoy día es tal la polarización que cualquier comentario se toma como ataque y es brutalmente silenciado tanto por el primer mandatario como por sus hordas de seguidores que, tal vez consientes o tal vez manipulados, defienden a su líder de cualquier opinión que lo cuestione asumiendo que sería incapaz de cometer un solo acto contrario a los intereses de la nación. Es natural. Cuando hay pobreza y lo que mueve a un pueblo son las emociones que genera un líder y no la cultura, el trabajo, el amor y el respeto a la tierra donde naciste, cualquier ideología que prometa bienestar, se convertirá en dogma.

Lo cierto es que, aunque fácilmente se les podría juzgar como “traidores” o “colaboracionistas” de gobiernos extranjeros a todos los integrantes de esos grupos que menoscaban las instituciones y deterioran la economía su País para fomentar transformaciones profundas e instaurar regímenes políticos basados en ideologías o autoridades de otras tierras, hay que recordar que, como en todo, siempre hay dos caras de la misma moneda, y que para toda acción hay una reacción, de la misma intensidad, pero en sentido opuesto, ya que los miembros de la quinta columna también han sido héroes anónimos que, con su actuar patriótico, han sido esenciales para impedir que los tiranos se perpetúen en el poder.

Octavio Castro


[1] https://expansion.mx/actualidad/2009/10/12/nazis-en-mexico

[2] 24horasqroo.mx/blog/2019/10/08/seguidora-de-amlo-estalla-contra-supuesta-censura-de-twitter-y-pide-migrar-a-red-social-rusa/

Información y ligas relacionadas:

https://es.wikipedia.org/wiki/Acusaciones_de_interferencia_rusa_en_las_elecciones_presidenciales_de_Estados_Unidos_de_2016

https://www.elmundo.es/cronica/2019/05/03/5cc1eb32fc6c830c458b46b5.html

http://www.scielo.org.mx/article_plus.php?pid=S1870-719X2016000200223&tlng=es&lng=es