Según las últimas estadísticas, se calcula que 7,700 millones de personas viven hoy en este planeta. Pero si contamos a los que han vivido en los últimos 100 años, incrementa a casi 12 o 15 mil millones, y ya entrados en números, en toda la historia de la humanidad el cálculo arroja 108 a 110 mil millones, es decir 1 1 0, 0 0 0 , 0 0 0 , 0 0 0 han vivido en la tierra. Cada individuo ha sido diferente y la mayoría ha debido hacer uso de sus habilidades y capacidades para sobrevivir, algunos otros han hecho un poco más por desarrollarse y mejorar sus condiciones generales para hacer más llevadero su periodo de vida, y unos cuantos han destacado hasta convertirse en líderes que con su ingenio, fortaleza y acciones han guiado o inspirado a los demás. De esos pocos, una mínima fracción pudo sobresalir hasta convertirse en las personas más importantes, influyentes o indispensables de su sociedad y del mundo.
Este es un discreto homenaje a quienes han superado todos los límites en el ámbito de su actividad para llegar a la cima y permanecer en ella por tanto tiempo que suelen ser considerados por siempre como los mejores del mundo y de la historia.
Hablemos claro. Ser el mejor no es algo que se puede regalar u obtener por casualidad. No se hereda, como alguien que nació príncipe y se volverá Rey, no se gana, como la lotería o con un gran golpe de suerte. Ser el mejor implica la fehaciente presencia de un humano excepcional que supera los límites y el tiempo y cuya personalidad, capacidades y destrezas destacan por sobre el océano de almas que le rodean y navega por encima de todas ellas estableciendo nuevos estándares y paradigmas que repercuten, de una u otra manera, en toda la sociedad, incluso después de su muerte y para siempre.
¿Y cuál es la importancia o qué significa llegar a ser el número uno en algo? Simple, es ser único y especial, es destacar y reforzar el sentido de individualidad y superioridad dentro de un mundo saturado de mediocridad. Y por si fuera poco, simboliza el esfuerzo, la dedicación, la capacidad, el ingenio, la inteligencia, la habilidad, le voluntad, el sacrifico, compromiso y la perseverancia de una persona durante una gran parte de su vida en conjunción armoniosa con la suerte y la casualidad de un tiempo y espacio propicios para alcanzar no solo el éxito, sino la supremacía y la atemporalidad.
Ser el mejor, no es únicamente alcanzar una meta, no es solo competir y alguna vez ganar, no es destacar en algo o tener un “one hit wonder” que te de cierta importancia, se trata de vencer al tiempo, trascender e inscribirse en la historia para convertirte en uno de esos pocos hombres o mujeres cuyo nombre y presencia son recordados siempre porque propiciaron cambios en la sociedad presente y futura, motivando o estableciendo los parámetros a seguir para el resto del mundo.
Ser el mejor no es desde luego una tarea fácil. Es algo que únicamente está al alcance de del .00001 de la población del planeta. Es decir, aún más difícil que ganarse la lotería. Entonces, ¿cómo es que alguien llega a destacar de tal modo que puede convertirse en el número uno de entre todas las personas que hacen lo mismo? Eso es justo lo extraordinario de serlo. Aunque se pueda pensar que tal vez la mayoría de las veces es resultado de la simple casualidad o por la fortuna de haber nacido con una capacidad superior, un intelecto muy por encima del normal, una fortalezas o resistencias fuera de todo límite, la realidad es que esto solo beneficia a quien le suma a esas “ventajas naturales” una voluntad y carácter férreos que motivan al poseedor del talento a ser perseverante e ir siempre más allá de sus propias capacidades. La oportunidad también juega un papel esencial. Seguramente muchos seres excepcionales pudieron haber logrado algo, pero no tuvieron «la chance» de hacerlo al nacer en familias rotas, países subdesarrollados, durante guerras o porque murieron tempranamente antes de siquiera poder comenzar a desarrollar su potencial. Pero todos esos inconvenientes solo hacen más destacable e impresionante el que alguien pueda alcanzar a la cima. Entre más difícil es el reto, entre más imposible parezca, más grandiosa es la victoria y más importante se vuelve el logro.
Por todo lo anterior, con gran placer les comparto este trabajo de investigación que enlista y explica el valor de todas aquellas personas que se han convertido en referentes e iconos de algunas de las áreas o disciplinas de nuestra vida como los son: Las artes, las ciencias, los deportes, la política, los juegos y en general todas las actividades que el ser humano ha desarrollado como parte de su crecimiento y existencia.
Espero que lo disfruten.
O. Castro