A un año del inicio de la pandemia de COVID-19, el mundo registra un saldo de más de 2 millones de muertos y se prepara para enfrentar la más severa crisis económica de la historia. Pero de entre los sectores más afectados, el turismo ha sido el más castigado por obvias razones, registrando un desplome jamás visto (hasta el 78% según datos de la Organización Mundial del Turismo – OMT), lo que representa una auténtica catástrofe por su importancia económica y laboral mundial, que ronda el 7% del total del comercio global y ocupa al 10% de la población activa. Y México no ha sido la excepción. El miedo a viajar y contagiarse o esparcir el contagio, así como las restricciones a la movilidad impuestas por las autoridades, han ocasionado un descenso brutal en la afluencia de viajeros a los diferentes destinos tanto nacionales como internacionales.

Hasta el 2017, en nuestro país, el turismo representaba la cuarta fuente de ingresos y era un pilar de la economía nacional junto con el petróleo, la inversión directa y las remesas.

Curiosamente, en la actualidad, el petróleo ha caído estrepitosamente y solo genera pérdidas, la inversión extranjera está perdiendo la confianza en el país, y paradójicamente, desde la entrada del nuevo gobierno en 2018, el turismo dejó de ser prioridad, por lo que la actual crisis sanitara ha propiciado que la caída del turismo sea desastrosa y nos coloque en una situación de alarma, pues rompe con una larga cadena de producción y prestación de servicios que comienza desde los agricultores, productores o maquiladores y termina en los grandes corporativos hoteleros, restauranteros, líneas aéreas, parques, cruceros etc., pasando por encima de profesionistas, inversionistas, obreros, artesanos, emprendedores, agencias de viajes, transportistas, comerciantes, y de todos los que de manera directa o indirecta obtienen sus ingresos de la actividad turística. El resultado es un caos que probablemente llevará a un quiebre generalizado del sector que tardará años en recuperarse, aunque hoy lo necesitamos más que nunca.

A pesar de todo esto, debemos aceptar que viajar en estas épocas conlleva una gran responsabilidad y debe hacerse tomando todas las precauciones posibles, pero ¡hay que hacerlo! Esto significa oxígeno puro para todo aquél vive de servir al turista. Por mi parte, recientemente realicé un viaje de una semana a una playa nacional y noté que todos están haciendo un gran esfuerzo por cuidar tanto del visitante como de ellos mismos. La realidad es que el panorama es desolador, pero eso ha provocado que todos, desde el taxista, el maletero, el recepcionista, el mesero, el garrotero, el cocinero, el del bar, el que renta el snorkel, el de la taquilla del parque, el de la tienda, el artesano, el de la cafetería, y todos, se sientan agradecidos por tu presencia y se esmeran, aún más que nunca, por complacer al que se ha tomado la molestia y el riesgo de visitarles.

En mi experiencia, viajar resultó ser muy grato y reconfortante. Las medidas sanitarias aplicadas por los hoteles, los transportistas y los restauranteros (como uso de cubrebocas, gel antibacterial por todos lados, retiro de elementos de contacto de habitaciones, sanitización constante de sillas mesas, etc.) aunque en principio parecen exageradas e incómodas, después se sienten como necesarias y adecuadas, pues te brindan la confianza de estar en un ambiente seguro, libre de contagio. Desde luego que nadie puede garantizarte inmunidad total, pero la verdad es que me sentí más seguro de viaje que yendo a cualquier lugar aquí, dentro de la ciudad de México, donde al parecer la gente sigue haciendo lo que le da la gana y todavía hay quienes hasta se molestan por recordarles el uso del cubrebocas.

Desde luego, mi recomendación será siempre seguir las indicaciones de las autoridades, no obstante, ante la crisis económica sin precedentes que estamos viviendo, planear y realizar un viaje aplicando todas las medidas de protección sugeridas y atendiendo todas y cada una de las que son obligadas en aeropuertos, hoteles, autos y restaurantes, parece sensato y hasta necesario. Les garantizo que la experiencia será sumamente agradable, sobre todo porque los precios son bajos, la ocupación está reducida y tanto las playas como los restaurantes y hoteles se encuentran semi-vacíos, lo que hace que tu estancia se sienta más exclusiva y acogedora. Además, los cientos de miles de personas que viven de tu placer, te lo agradecerán.

Dicho lo cual, les comparto seis recomendaciones a tomar en cuenta para viajar:

1) Pregunta a tu agente de viajes por los destinos más seguros y que estén abiertos, es decir, con vuelos activos y con hoteles recibiendo huéspedes.
2) No viajes si tú o alguno de tus familiares tienen síntomas o han sido diagnosticados recientemente. Espera un mínimo de 15 días.
3) Si tienes duda, mejor hazte la prueba antes de viajar para estar seguro.
4) Prefieran playas o lugares de zonas naturales y espacios abiertos. Existe un artículo sobre un estudio de la OMS que detalla que las playas son los lugares menos probables para contraer el virus por su alto nivel de salinidad, por la temperatura, la luz del sol y la humedad, lo que provoca que los virus mueran rápidamente o se diluyan, lo que disminuye dramáticamente el riesgo de contagio**.
5) Cumplan con su parte y cuando estén cerca de gente o en lugares públicos usen siempre su cubrebocas y lávense constantemente manos o usen Gel anti-bacterial.
6) La responsabilidad es compartida, por lo que deben escoger lugares serios que ofrezcan la sanitización y respeten todas las medidas de protección ordenadas por las autoridades.

En general, ante la inminencia del contagio, es necesario abandonar el miedo y la negatividad de las noticias, las cuales suelen enfocarse siempre en el aspecto fatalista de los hechos y ocuparse sencillamente por respetar las medidas preventivas y cuidarse mucho. Si optan por viajar así, tomando las debidas precauciones, disfrutarán mucho y el riesgo de contagio se minimizará, pero sobre todo estarán aportando un invaluable apoyo a la economía local en tiempos de crisis.

O. Castro

**Con información de:

“A donde viajar en pandemia” de Agencia de Viajes 2bTRAVEL

«La COVID-19 y la transformación de Turismo» Organización de las Naciones Unidas

«México y sus principales fuentes de ingreso». Manufacturando.mx