Saltar al contenido principal

¡Escucha! Ser contradictorio, Sí, ¡tú! Que ríes y luego lloras, reprochando lo que permitías,  y prohibiendo lo que antes exigías. ¿Acaso no eres tú quién incita,  la raíz profunda  y consecuencia florida de todo lo confuso que te irrita?   Sí, ¡tú! Que fuiste causa de nuestro castigo  y pretexto de mil y un batallas. […]