CRÓNICA DE UN NUEVO CONFLICTO IDEOLÓGICO EN MÉXICO

La sorprendente llegada a México del partido conservador español “Vox” para firmar acuerdos de cooperación y acción social, ha hecho surgir un nuevo temor en la ya de por sí incierta vida política mexicana: la guerra entre ideologías extremistas.

¿Cuáles son estas ideologías polarizantes? Las de extrema izquierda y derecha que pretenden imponer su visión desde una perspectiva totalitaria, que no permite tintes medios ni está abierta a la reflexión, al disenso, ni al consenso.

Haciendo historia, el término de partidos de “derecha” o de “izquierda” sirvió, desde sus inicios, para identificar a los que representaban ideologías políticas antagónicas, por un lado “conservadoras” (derecha) y por el otro, “progresistas”(izquierda), pero sus nombres surgen tras la Revolución Francesa directamente de su ubicación física dentro del parlamento francés, pues los representantes de las diferentes posturas se sentaban, literalmente, unos a la derecha y otros a la izquierda según su posición política.

Políticamente, los partidos de izquierda son llamados “progresistas” por su abierta defensa de las libertades, la equidad y lo que llaman, “justicia social”. Se promueven como democráticos y rechazan cualquier expresión de discriminación, racismos, machismo, misoginia, xenofobia y homofobia. Su principal atención la centran en los más desprotegidos, los “pobres”, de quienes sienten la obligación moral de “asistir” mediante “apoyos” del Estado (Estado de bienestar o Estado benefactor), lo cual paradójicamente puede verse como parte de una estrategia de control poblacional antidemocrática, pues en lugar de motivar la competencia y el crecimiento mediante la estimulación económica, los apoyos van dirigidos únicamente a satisfacer necesidades básicas, lo cual tiene el efecto de mantener o hasta empeorar los niveles de pobreza, lo que obviamente repercute en una mayor cantidad de potenciales votantes que esperan seguir recibiendo esos apoyos. La rama extremista de la izquierda pasa de las prácticas populistas de ideología socialista a las directamente comunistas, donde el Estado controla todos los medios de producción para repartirlos a su gusto entre la población que trabaja para el bien de toda la nación, es decir para ellos como Estado. 

En contraste, la extrema derecha, aunque en apariencia acepta y se adapta a la democracia, es conservadora porque mantiene ideologías muy duras en contra de las políticas asistencialistas y desprecia especialmente a las minorías, los migrantes y las políticas progresistas permisivas como el aborto y la identidad de género. Su rama extremista se denomina “ultraderecha” y se presenta como un grupo nacionalista “anti-sistema”, es decir, que quieren cambiarlo todo, porque para ellos, lo establecido está mal. Rechazan la democracia y buscan establecer políticas autoritarias como el fascismo. Los fascistas suelen tener una noción de la organización política de tinte totalitario y antidemocrático, considerando que solo “algunos” (o sea ellos), deben ser los que controlen todo y los demás (todo el pueblo) deberán servirles con obediencia, sin quejas ni oposición. Para los fascistas, la patria y la raza, es lo primordial, lo que invariablemente representa un peligro para las minorías, incluyendo nativos, extranjeros, homosexuales y cualquier otro que sea considerado “inferior”.

En este punto, fácilmente podemos darnos cuenta que ambas partes son, desde perspectivas totalmente opuestas ideológicamente, básicamente lo mismo. Porque al final, los polos extremistas de cada uno pretenden controlar a toda la población imponiendo sus términos, en base a lo que ellos creen correcto y anulando cualquier punto medio de ideas menos absolutistas. La historia ha demostrado que, en ambos casos, se pierden libertades y se eleva un muro infranqueable de poder despótico que domina a la población pisoteando sus derechos y sus anhelos.

Ahora bien, ¿esto que tiene que ver con México y la llegada de Vox? Pues porque Vox, un partido abiertamente conservador y de “extrema derecha” en España, invitó a políticos mexicanos a unirse y firmar algo llamado “Carta de Madrid”, que no es sino una serie de postulados y compromisos para oponerse a los acuerdos del “Foro de Sao Paulo”, de ideología diametralmente opuesta a la suya.

Pero vamos por partes. “El Foro de Sao Paulo” hace referencia a una reunión llevada a cabo en 1990 (en esa ciudad de Brasil) entre los diferentes partidos políticos de izquierda latinoamericanos. Su objetivo era: “avanzar con propuestas de unidad de acción consensuales en la lucha antiimperialista y popular”. Es decir, vencer a los partidos de derecha neoliberales que en ese entonces dominaban el mundo y establecer gobiernos de izquierda. Cuando tuvo lugar esa reunión, solo Cuba dominaba de manera total su país bajo la ideología comunista. Actualmente 9 países de América latina son gobernados por miembros de ese Foro, pero muchos más lo han hecho en los últimos años.

En contraparte, la llamada “Carta de Madrid” promovida por el partido político español Vox, presidido por su líder, Santiago Abascal, establece una vía de acción para impedir el avance del comunismo por considerarlo una amenaza para las libertades, la prosperidad y el desarrollo de “Iberosfera”. Ellos consideran como elementos esenciales: la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad privada. Sin embargo, como ya hemos visto “los polos opuestos se atraen”, y tal parece que estamos ante una lucha de “ideologías extremas” que pretenden básicamente, lo mismo. Controlar la economía y a sus poblaciones imponiendo su doctrina y punto.

Pero más allá de la polémica que causó la llegada de VOX a México, producida en parte por el desprecio generalizado a las posiciones ultraderechistas que suelen relacionarse con la religión católica y su conservadurismo ancestral, lo que más preocupa ahora, es que no se trate únicamente de una lucha entre adversarios políticos, sino de un nuevo “conflicto religioso” entre los diferentes protagonistas que pretenden establecer un dominio mundial. Suena descabellado y conspiracioncita, lo sé, pero atengámonos a los hechos.

Andrés Manuel ha confesado ser Cristiano y de la iglesia evangélica, es decir, pertenece a la rama protestante del cristianismo, donde, para ellos, Cristo es Dios, no solo un hijo más o un representante de éste en la tierra. López desconoce la autoridad papal, por ejemplo, y pertenece desde luego al Foro de Sao Paulo, y como tal obedece los lineamientos ahí planteados. Lo curioso, es que a pesar de decirse “Juarista”, su religión, de la que él es un prominente representante, ha ido creciendo visiblemente en México. Les ha ofrecido incluso estaciones de radio y televisión para promover su evangelio, y él mismo, como Jefe de Estado, ha publicado libros como la llamada “cartilla moral” (de Alfonso Reyes) y su “Guía ética para la transformación de México”, haciendo uso de recursos del Estado (y de su religión), para influir en el pueblo adoctrinando a los casi 9 millones de personas que reciben apoyos sociales. El decálogo, es claramente un compendio de ideas religiosas disfrazadas, y se opone directamente a los lineamientos morales que la iglesia católica establece para el mismo propósito. De ahí que los líderes católicos, acostumbrados a llevar la batuta de los gobiernos latinoamericanos (y de otras regiones), hayan puesto el grito en el cielo y no es raro que surgieran partidos ultraconservadores como Vox, que han ganado terreno, primero en Europa (increíblemente), y una vez consolidados, vinieron a América para supuestamente salvarnos de la herejía de los que pretenden enseñar otras costumbres “nonsantas” (es broma). Pero, ciertamente, extraña que ya no hay disimulo alguno (ni vergüenza) en mostrarse tal cual son, lo cual es raro, porque anteriormente los políticos solían ocultar o ser muy discretos con su inclinación religiosa, por un lado, para respetar la constitución (Art. 40 y 130 sobre laicidad del Estado y la separación entre la política y la religión), pero también para no herir susceptibilidades ni confrontarse con otras creencias.

Hoy día, lo que estamos viendo es un descarado intento por controlar nuestras naciones desde posiciones ideológicas divergentes y extremistas claramente influenciadas por las entidades religiosas que imperan en sus diferentes latitudes. Lo que está en juego no son las “almas” o el “bienestar” de sus poblaciones, lo que quieren es retomar el poder económico, militar y político de cada país, para continuar obteniendo riqueza y conservar el control de sus activos, incluyendo las voluntades de sus fieles. Desde la llegada de la “izquierda” al poder se inició una nueva etapa, todos esperamos un gran viraje, que todo fuera diferente y, desde luego, mejor que los anteriores gobiernos, sin embargo, la realidad nos ha dado con su puño cerrado en la nariz, y la llegada de Vox, junto a la salida del “closet” ideológico-religioso de algunos líderes y políticos de México, empeoran el panorama, augurando el inicio de un conflicto ya no únicamente socio-político, sino peligrosamente religioso, pues involucrar ideales, postulados y dogmas promovidos desde la iglesia, poco o nada abonarán a mitigar la polarización que cada día divide más a los mexicanos y que en cualquier momento podría salirse de control.

Nuestro país tiene poca experiencia democrática, ésta se remonta a penas a dos décadas y se desconfía de ella a pesar del relevo que ya se dio del centro a la derecha, regreso al centro y luego a la izquierda. Hasta donde sabemos, muy pocas personas comulgan con ideas extremistas en México y ni siquiera hay partidos que enarbolen abiertamente esa bandera…, sin embargo, en Estados Unidos y algunos países europeos, la decepción por las viejas políticas destaparon esas creencias latentes y rápidamente contaminaron a grandes sectores de la población y obtuvieron puestos de gobierno. La existencia de Vox y el Foro de Sao Paulo, ponen esa conversación en la mesa y ya es demasiado tarde para ignorarlo. El peligro que representan está aquí, tal vez siempre ha estado.  

O. Castro


Con información de:

https://difiere.com/la-diferencia-fascismo-comunismo/

https://es.wikipedia.org/wiki/Fascismo

https://es.wikipedia.org/wiki/Vox_(partido_pol%C3%ADtico)

https://www.televisa.com/noticias/que-es-la-carta-de-madrid-de-vox-que-firmaron-los-senadores-del-pan/

https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/que-piensa-que-propone-realmente-programa-vox-para-espana-1

https://www.proceso.com.mx/nacional/2021/9/2/panistas-firman-pacto-con-el-partido-ultraderechista-espanol-vox-271192.html

forodesaopaulo.org/breve-historial-y-fundamentos/

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46869806

https://www.forbes.com.mx/desvirtua-a-la-cartilla-moral-que-sea-distribuida-por-centros-religiosos-expertos/